¿Qué es el Design Thinking?

Design thinking

Seguramente habrás oído hablar en entornos y publicaciones relacionados con la innovación y el emprendimiento de este concepto, pero ¿qué es el design thinking? El design thinking es una herramienta importantísima para las empresas que buscan generar ideas innovadoras y creativas. Apostar por la innovación y la creatividad en un mundo tan cambiante supone una apuesta por la competitividad y el crecimiento, por la adaptación a los mercados. Incluso podríamos decir que se trata de una necesidad dada la alta competencia y los retos que la digitalización ha impuesto en los mercados.

¿Qué es el Design Thinking?

Básicamente hablamos de una metodología de resolución de problemas y toma de decisiones que utilizamos para buscar soluciones creativas en entornos complejos y que aplicamos al mundo de los negocios. Se trata de una metodología que se utiliza para desarrollar procesos de innovación centrados en las personas, ofreciendo herramientas para observar los retos, detectar necesidades y plantear soluciones. El hecho de centrarse en las personas es uno de sus grandes rasgos identificativos, de ahí que uno de sus principios sea el de empatizar.

El Design Thinking se enfoca en el diseño, pero entendido de modo amplio y no reduccionista. Tal como explicó Tim Broown (ver vídeo), no se trata de crear modas o consumo, no se buscan meras innovaciones estéticas o superficiales, sino que se trata de resolver problemas de las personas.

Esto último también es bien explicado por Steve Jobes:

“El diseño no es solo cómo parecen y se sienten las cosas. El diseño es cómo funcionan”.

En retrospectiva vemos que en un principio este método era utilizado exclusivamente por diseñadores de producto, pero su éxito y utilidad ha provocado su expansión a muchos otros campos como por ejemplo el diseño y desarrollo de todo tipo de servicios, ideas de negocio, o incluso la mejora de procesos. Hoy en día es mucho más: es un marco de razonamiento para crear valor.

¿Es el Design Thinking para ti?

Definitivamente si. Todas las empresas son adecuadas para convertirse en espacios de innovación. No importa el tamaño ni el cargo, dado que todos los procesos y espacios de trabajo pueden incorporar la innovación. Digamos que diseño e innovación no son un departamento, son una actitud que debe impregnar la cultura emprendedora y organizacional. Por tanto, startups, pymes, grandes compañías,… todos pueden beneficiarse de integrar el Design Thinking.

El Design Thinking supone un cambio de paradigma en el que se hace necesario abandonar viejos preconceptos y aparcar el pensamiento lineal.

¿Cómo es en la práctica y qué aporta?

El Design Thinking como metodología incluye diferentes técnicas y herramientas cuya descripción desborda los objetivos de esta entrada. Sin embargo sí existen unas pautas o etapas que son lugares comunes y que resumen este método. Recordemos primeramente que buscamos innovar y generar valor centrándonos siempre en las necesidades de los usuarios. Para ello podemos utilizar el modelo de los 5 pasos de Kembel.

Modelo de 5 pasos

Debemos tener en cuenta que el proceso no es lineal, sino que tiene naturaleza iterativa y muchas veces tendremos que volver sobre nuestros pasos. El proceso debe pasar por todas sus fases, pero podremos volver sobre cada una de ellas.

Se trata pues de:

  1. Empatizar con el cliente. Descubrir. Lo primero que debemos hacer es conocer a nuestros usuarios y clientes en profundidad y ponernos en su lugar. Necesitamos abrir nuestras mentes para comprender al consumidor, sus contextos y circunstancias. Debemos mezclarnos con ellos y preguntar hasta conocer las razones profundas de sus necesidades y acciones. Descubrimos mediante la empatía.
  2. Definición del problema. Enfocar. Gracias al análisis anterior, es posible definir cuáles son las necesidades de los usuarios y qué obstáculos pueden estar encontrando. Hay que filtrar toda la información que hemos ido recopilando para centrarnos en aquellos aspectos de interés para nuestro propósito. Es necesario focalizar, analizar, sintetizar y tomar decisiones.
  3. Idear. Imaginar. Es el momento clave, la fase de la creatividad. En esta fase imaginamos soluciones. Es necesario impulsar un proceso de brainstorming bien dirigido. No se debe ser conservador, no hay ideas malas o extravagantes porque a veces estas pueden llevar a otras soluciones más convenientes e innovadoras. Es el momento de ser innovador, tener actitud abierta y escuchar todos los puntos de vista. En resumen, en esta fase generamos y evaluamos distintas ideas para resolver el problema.
  4. Prototipar. Construir. Ya tenemos la idea, la solución al problema. Es el momento de ponerlo en práctica, de convertir las ideas en algo tangible. Una de las características de este paso es que se realiza un prototipo para ver qué tal funciona, si es útil, si cumple con los objetivos propuestos o no.  Debe ser algo rápido, claro y sencillo. Este prototipo puede ser virtual o físico, pero siempre debe ser simple y su generación no consumir demasiados recursos.
  5. Testear. Validar. Lo siguiente es probar nuestro prototipo con los clientes para monitorizar la respuesta y ver si la solución es la adecuada o no. Se trata de recibir el feedback de nuestro público objetivo para conformar un proceso de mejora donde unas ideas serán confirmadas y otras desechadas. Las opiniones e ideas de los clientes deben servir para mejorar el prototipo realizado, analizando sus aciertos e inconvenientes. De esta forma, iterando el proceso, tendremos una solución totalmente hecha a la medida de nuestros clientes.

Aprender e implementar el design thinking

Manejar este método requiere práctica y también ciertos conocimientos para determinados campos. Por ello, no debemos desesperar si inicialmente no tenemos los resultados esperados. 

Con un pequeño empujón será sencillo obtener resultados en forma de innovación y creación de valor. 

Si aún así necesitas una pequeña ayuda, existen excelentes profesionales con ese know how que puede impulsar la implementación del design thinking en nuestra organización y/o dinámica de trabajo.

Nosotros os recomendamos el excelente trabajo y bagaje profesional del equipo de The Beta Factor. Estos son sus datos de contacto:

(+34) 627 52 00 33
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